miércoles, 28 de enero de 2015

Nuevo año, nuevos viajes

Ha pasado un año desde que empecé este proyecto de blog. Un año en el que he tenido unas experiencias buenísimas, conocido a gente increíble y visitado lugares alucinantes.
Y cuando hablo de lugares alucinantes no me refiero únicamente a la ciudad X o el pueblo Y.

Me refiero a ese pequeño bar de Helsinki al que tienes que llegar adentrándote en un callejón oscuro para poder descubrir unas albóndigas que se deshacen en tu boca.

Esa cima de Saariselkä en la que hay tanta nieve que vas andando sobre las copas de los árboles y hay tanto viento que puedes dejarte caer y no llegar a tocar el suelo.

El The times we had de Tallín desde donde se ven todos los tejados nevados de la ciudad.

El banquito en el puerto de Estocolmo en el que podrías sentarte a ver pasar las horas y no te aburrirías.

La torre de Tampere desde la que se ve ese enorme bosque en que se esconde toda la ciudad.

La taberna de Barcelona que no habríamos conocido de no juntarnos con un grupo de desconocidos.

El tejado de Madrid en el que puedes sentarte a tomar algo en un columpio.

Y todos los que me dejo en el tintero.

Todos estos sitios son geniales en muchos sentidos, pero se quedan en nada si no hubiese estado con la gente adecuada en el momento de descubrirlos. Lo sé, suena muy moñas, pero son las 4:16 de la mañana, no puedo dormir, y estoy a escasas horas de reencontrarme con uno de los tipos con los que he compartido techo durante los mejores meses de mi vida.

Y con la fuga de cerebros que ha sufrido mi círculo de amistades tengo para escribir otro año de historias y anécdotas por el mundo.
Polonia, Italia, Bélgica o EEUU han acogido a buenos amigos dispuestos a hacerme hueco en su sofá, así que si alguno de vosotros me estáis leyendo, tened listos sofá y manta que cuando menos lo esperéis aparezco con la maleta en una mano y el palo de selfies en la otra.

Por ahora, tengo por delante 5 jornadas en las que ponerme al día con uno de mis eternos compañeros de piso, y además reventar todos y cada uno de los locales de su ciudad.

Viena, ¡prepárate!